miércoles, 9 de junio de 2010

¡TOMÁS, TE HAN PILLADO! Ángel Fenollosa


(En su habitación Tomás coge el teléfono y le llama a su amigo José.)
TOMÁS: (Dudando) José. xxxx ¿Eres tú?
JOSÉ: Sí soy yo. ¿Eres Tomás, verdad?
TOMÁS: Sí soy yo, tío. ¿Cómo estás?
JOSÉ: (En un tono de estar conforme) Bien, como siempre ¿Y tú?, ¿Cómo estás?
TOMÁS: Bien, vamos tirando.
JOSÉ: (Pensativo) ¿Para qué me has llamado?
TOMÁS: Pues mira, José, es que el otro día estaba sentado en un banco y como me aburría le hice una llamada a un hombre con el móvil y no te lo puedes imaginar, (Excitado) ¡Fue buenísimo, en mi vida me había reído más!
JOSÉ: Me podías haber avisado y así nos habríamos reído los dos juntos. Aunque para que lo sepas, últimamente a los que hacen este tipo de bromas les suelen pillar, yo solo te aviso.
TOMÁS: (En tono pasota) ¡Que va hombre!, ya será menos, xxxx (Se corta la comunicación) ¡José!, ¡José!, ¿Estás ahí? Que lástima, ya se ha cortado la comunicación.
(Pasan dos minutos y de repente le suena el móvil a Tomás, es la víctima de la broma que gastó el otro día.)
TOMÁS: ¿Dígame?
VÍCTIMA: ¡Eh!, ¿Tú no eres el tonto del bote que me llamó el otro día?
TOMÁS: (Tartamudeando) No, yo no fui.
VÍCTIMA: (Enfadado) ¡No poco fuiste tú, si reconozco hasta tu voz!
TOMÁS: (Muy nervioso) No señor yo no fui, se está equivocando usted de persona.
VÍCTIMA: (Muy enfadado) ¡Como te pille vas a saber tú lo que es bueno, niñato!
TOMÁS: (Sudando como si tuviese fiebre) ¡Yo no he sido! Piiiiiiiiiiiii (Cuelga el teléfono) ¡Ay!, ¡Qué susto me ha pegado ese hombre, creía que me iba a morir! Esto se lo tengo que contar a alguien.
(Tomás coge el móvil y le llama a José.)
TOMÁS: ¿José, eres tú?
JOSÉ: Sí, soy yo, ¿qué quieres ahora tío?
TOMÁS: No sabes lo que me acaba de pasar tío. ¿Te acuerdas de tipo al que le gaste la broma?
JOSÉ: Sí, me acuerdo, ¿por qué me lo nombras?
TOMAS: (Excitado) Porque me acaba de llamar y me ha pegado un susto de muerte.
JOSÉ: Si es que ya te lo decía yo. No tenías que haberle gastado esa broma, porque al final te ha pillado.
TOMÁS: Hay que ver, José, cuanta razón tenías.
JOSÉ: Pues ya sabes Tomás, a la siguiente no le volverás a llamar.
TOMÁS: A la siguiente vez te aré caso José. Bueno pues gracias por escucharme tío, se lo tenía que decir a alguien. Hasta mañana, que cuelgo.
JOSÉ: ¡Espera, Tomás!, ¡Espera! Yo de ti se lo diría a tu madre para así no preocuparte tú.
TOMÁS: Bien, José, hasta mañana. Piiiiiiiiii (Cuelga el móvil).
(Sale de su habitación y se va al salón a decírselo a su madre).
TOMÁS: (En un tono vergonzoso) Mamá, si te digo una cosa te enfadarás.
MADRE: (Extrañada) No hijo, ¿Qué por qué me dices eso?
TOMÁS: Porque el otro día le gasté una broma a un hombre.
MADRE: ¿Qué tipo de broma?
TOMÁS: Es que a ese hombre le llamé por el móvil y ahora me ha llamado para pegarme a mí un susto.
MADRE: ¿Pero tú crees que te mereces lo que te ha hecho este hombre:
TOMÁS: Sí, porque yo me porté mal con él.
MADRE: Pues entonces piensa que si a ti no te gusta que te hagan eso tú tampoco lo debes hacer, entendido.
TOMÁS: Sí.
MADRE: (Animando) De todas formas, no te preocupes, Tomás, y si quieres, vente a merendar y lo olvidas todo.
TOMÁS: (Contento) Vale, Mamá.
(Tomás se va feliz a merendar con su madre, para olvidar lo ocurrido).

No hay comentarios:

Publicar un comentario