CAZADORES. Luís Martínez

(Van caminando un padre y un hijo por el monte. Llevan ropa de cazador.)
- PADRE: Hijo, vamos a cazar. Coge tú esta escopeta.
- HIJO: ( Muy contento) Vale, Papá y yo dispararé a lo que tú me digas.
- PADRE: Mira Hijo, coge la escopeta así como la cojo yo y cuando veas un conejo o una liebre le disparas, y si ves que sigue corriendo le vuelves a disparar.
- HIJO: ( Dos horas después) Mira Papá, ¡ Por ahí pasa algo¡.
- PADRE: ( Con rapidez cuando habla) Corre Hijo, dispara.
- HIJO: ( Pum) Mira Papá, se ha muerto.
- PADRE : ( Muy contento) Muy bien, Hijo, ahora vamos a por ella.
- HIJO: Ahora Papá vamos para casa y se la damos a la Mamá para que mañana la haga a la brasa con picadillo.
- PADRE: ( Con cara de asustado) Espera Hijo, que esto pesa mucho para ser una liebre.
- HIJO: Pues sera un conejo de monte.
- PADRE; Si Hijo , ya veo que estas entendiendo más.
- HIJO: Papa, para ser mi primera he tenido suerte ¿ verdad?
- PADRE: Pues cuando yo tenia tu edad, venia con mi padre, que es tu abuelo, venia aquí muchos días y aquí mismo habían muchos conejos y liebres. Recuerdo el día 23-10-1975 cogimos 18 liebres y 13 conejos de monte.
- HIJO: ( Sorprendido) ¿ Tantos Papa? ¿ De verdad? ¿ Y que hicisteis con tantos?
- PADRE: ¡ Pues claro que es verdad¡ Invitamos a vecinos y amigos a una fiesta en la que tu abuela guiso una gran paella y no sobro ni la sartén de lo buena que salio.
- HIJO: ¿ Papa crees que nosotros alguna vez conseguiremos hacer algo parecido?
- PADRE: No creo Hijo, porque no hay tantos animales ya por estos lugares.